Siguiendo los controles de maduración que el consejo regulador DOCa efectúa en 55 zonas de la Rioja, las uvas de algunos de nuestros viñedos ya han alcanzado el punto óptimo de equilibrio entre azúcar, acidez y compuestos fenólicos, por lo que a principios de está semana comenzamos a vendimiar dichos viñedos.
El control de maduración permite a los viticultores determinar la fecha idónea de vendimia en cada localidad y optimizar así la calidad del fruto y de los vinos elaborados posteriormente.
El control de la maduración de la uva realizado por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja este lunes ha permitido constatar un avance muy significativo en la maduración alcohólica con un incremento medio de entre 0,7 a 1,3 por ciento volumen acompañado de un descenso de la acidez y un ligero aumento del pH.
Se constata así un diferente comportamiento en función de la disponibilidad hídrica de los viñedos, manteniendo mejor la acidez en los que disponen de agua y no observándose una maduración alcohólica tan explosiva. Además, es muy significativa la lenta evolución madurativa en los viñedos con producciones altas. Se confirma también un peso de la baya estabilizado, siendo éste algo superior al de la pasada campaña.
Nos posicionamos en estos momentos en fechas más adelantadas que la pasada campaña. Se evidencia, por los datos de maduración y por la entrada de uva en bodega, que se sitúa en diez millones de kilos más que en la pasada campaña en esta misma fecha.
Pablo Franco, director del Órgano de Control, confirma el buen estado sanitario del viñedo. «Vegetativamente se han visto los primeros síntomas de estrés hídrico en puntos muy localizados”, por lo que recalca Franco “la importancia de mantener la vigilancia”.