El vino tinto, clave contra el envejecimiento

Lo cierto es que desde hace años que las propiedades beneficiosas del vino y su consumo son conocidas o, por lo menos, discutidas. No obstante, aún quedaba determinar los componentes exactos responsables de esta situación y, por supuesto, las ventajas específicas.

Ahora, gracias a ciertos estudios, han podido aclarar varios aspectos sobre los beneficios del consumo responsable del vino.

Componentes en el vino tinto claves contra el envejecimiento

Los taninos son un componente fundamental en los vinos, estos aportan muchas de las características de los mismos. Sin embargo, también son unos excelentes antioxidantes.

De hecho, son estos mismos los que ayudan al organismo debido a sus propiedades antienvejecimiento y también antiinflamatorias. Cabe resaltar que los taninos deben tomarse en la medida justa, como todo lo que es beneficioso para la salud.

Otra área en la que este componente contribuye es en la reducción de los efectos de ciertos padecimientos, como las enfermedades degenerativas y cardiovasculares.

Ahora bien, el impacto en la salud dependerá de la procedencia de cada uno de los antioxidantes. Esto debido a que el organismo realiza el proceso de absorción y transformación de estos elementos de manera diferente, de acuerdo a su estructura y origen.

El estudio sobre esta sustancia

En este estudio de carácter internacional han participado investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa). Y, entre los resultados, se logró identificar un total de 85 compuestos.

Estas sustancias proceden de la absorción y el metabolismo de dos extractos de taninos, los cuales provienen específicamente del vino tinto y de la semilla de uva. En el primer caso, de la variedad Cabernet Sauvignon, y en el segundo origen de la Vitis vinifera L. cv. Cabernet Sauvignon.

Gracias a esto es posible una mayor comprensión de las propiedades específicas de ambos productos, y a este hallazgo sobre los taninos también se le suman otra conclusión. Esta está relacionada con las semillas de las uvas, las cuales tendrían un mayor valor añadido.

Es decir, al reafirmar el carácter saludable de consumir dichas semillas, el uso de estas para la elaboración de alimentos podría verse potenciado.

Otros detalles del estudio

Una de las particularidades que más resaltan de este estudio es la ratificación de que el organismo consigue metabolizar de manera distinta los taninos del vino y también de la semilla de la uva. Y la principal razón de esto son las diferentes estructuras químicas que poseen.

En consecuencia, los efectos de dichos elementos sobre la salud y la actividad biológica de los individuos también serán distintos.

El vino tinto y los antioxidantes en estos son ricos en polímeros y monómeros de bajo peso molecular. Por otro lado, los taninos propios de las semillas de la vid tienen una estructura de mayor complejidad, cuyos polímeros presentan un peso molecular superior.

Este trabajo de investigación en el que el Ifapa ha participado brinda información sobre los compuestos específicos que hay que analizar más detenidamente para conocer qué actividad biológica pueden ejercer según su origen.

Sin embargo, en otras ocasiones se han desarrollado estudios sobre diversas actividades biológicas utilizando taninos de vinos y semillas. Pero, en estos no se había tenido en cuenta la transformación que experimentan al absorberse o ingerirse.