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¿Por qué se dice "salud" cuando alguien estornuda?

 

Como tantas otras costumbres profundamente arraigadas, la de decir “salud” luego de un estornudo, se repite desde la primera infancia sin saber muy bien porqué. En otras partes del mundo se dice “Jesús” o “Dios te bendiga”, y es que, en cualquiera de sus variantes, el acto de acompañar el estornudo con una palabra se ha vuelto un gesto, un deseo, de que la persona conserve la salud, y que ese estornudo no sea nada por lo qué preocuparse. En general lo decimos sin detenernos a pensar de dónde ha salido, ¿por qué “salud” y no otra frase similar? La costumbre obra poderosamente en nosotros, hasta el punto de naturalizar conductas.

El origen de esta práctica se remonta en el tiempo a la primera epidemia de peste bubónica que acosara a Europa. Era el año 590, el Papa Gregorio Magno, preocupado por la salud de la población, pide que todos recen por los enfermos y le deseen al prójimo una buena salud. En el caso del estornudo puntualmente, se consideraba que podía llegar a ser un indicio de la enfermedad, además de una forma de que esta se propagara, por lo cual, además de desearle a la persona una buena salud, se lo aislaba inmediatamente. Por supuesto que la peste continuó mermando a los pueblos y no hubo rezo que pudiera ponerle un freno, sin embargo, el desearle al otro “buena salud” ya se había instaurado en la sociedad como un rasgo más de cortesía y buenas costumbres.

Existen otras versiones que aseveran precisamente todo lo contrario, que el decir salud era un acto de delación. Ante el mismo escenario, con la peste bubónica diezmando a miles de personas semana tras semana, decir “salud” equivalía a señalar al posible enfermo, marcarlo, volverlo un paria. Esta versión, aunque no tan agradable como la anterior, bien podría ser más cercana a la real, dado que en la época el prójimo era un extraño, y no existía un sentimiento de comunidad. Por otra parte, en la tradición hebrea, el estornudo era un augurio funesto, dado que se creía que el alma podía llegar a escapar por la nariz o la boca. En la antigua Grecia, en cambio, Aristóteles consideraba al estornudo como algo sagrado, dado que procedía del corazón, el órgano más hondo y divino de todos, en el cual habitaba el espíritu de la persona. Para los japoneses, el doble estornudo es señal de que alguien está hablando de ti, y en la cultura eslovena, estornudar tras una afirmación es una clara señal de que Dios confirma lo dicho.

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2 comentarios

Muy buena información,no solo del vino,se agradece,saludos.

Patxi

En nuestro pueblo cuando alguien estornuda se dice Jesus y el que estornuda contestas, Chuchi Pa los amigos , pero si , en muchas partes se dice Jesus o Salud

Manuel

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