Tanto el cordero como el cabrito son carnes muy populares en España, famosas por su gran sabor y su textura suave. En el caso de los lechales, se trata de animales que no han llegado a alimentarse más que con leche materna, esto da como resultado una ternura aun mayor, volviéndolos un manjar incomparable, muy buscado por los amantes de la carne.
Pero, ¿cuál de los dos elegir? Si bien, tanto el cabrito como el cordero lechal son deliciosos y muy similares, existen algunas diferencias que debes conocer al momento de elegir una u otra carne. Uno de los grandes condicionantes para su ternura es la disposición de las grasas. En el cordero, esta se concentra por debajo de la piel, lo que la vuelve más difícil de integrarse a la carne, dando como resultado una digestión más pesada por ser ligeramente más dura. En el cabrito, en cambio, la grasa se concentra en el interior, en la zona de las vísceras, lo que vuelve su carne menos pesada y de más fácil digestión. Esta disposición diferente de la grasa también afectará su sabor, si bien son similares, quien haya degustado ambas carnes podrá dar cuenta de sus diferentes texturas y matices en el paladar.
Como hemos dicho más arriba, el lechal es un animal que no ha llegado a alimentarse de hierbas, debido a que es sacrificado antes del mes de vida, con un peso de aproximadamente 7 u 8 kilos estando vivo, y 4,5 o 5 kilos ya de carne, en el caso del cabrito, y un peso de 9 o 10 kilos en el caso del cordero. Al comenzar a alimentarse con hierbas, la carne pierde parte de su ternura y sabor, por lo cual son tan buscadas las carnes de lechales. Al tener un peso mayor, el cordero suele ser más fibroso y menos sabroso que el cabrito.
Además, la carne de cabrito presenta un 7% de grasa, frente a un 15% en el caso del cordero. Debido a su consistencia más jugosa y su menor contenido de grasa, la carne del cabrito lechal es preferida por los chefs por sobre la de cordero, su sabor es más suave y, literalmente, se deshace en la boca. La carne del cordero lechal, si bien es tierna, su mayor contenido de grasa la vuelve levemente más dura que la del cabrito, con un sabor mucho más fuerte y con más consistencia en boca.
En cuanto al precio, evidentemente hay diferencias. Dado que la del cabrito lechal es una carne mucho más suave, es más solicitada que la del cordero lechal, y su precio lógicamente es más elevado.
Tanto el cordero como el cabrito lechal son carnes verdaderamente deliciosas, y más allá de lo que hemos dicho, cada persona tiene sus propios gustos, por lo cual recomendamos probar ambas carnes para poder elegir según nuestras preferencias. Estate seguro que ninguna de las dos va a defraudarte, se trata de carnes de primera calidad, ya se para hacerlas a la parrilla, asadas, o como prefieras.
Un último consejo
Si bien se trata de carnes suaves, tiernas y sabrosas, te recomendamos que las disfrutes entre finales del invierno hasta comienzos de la primavera, dado que, los animales que alimentan al cordero y al cabrito, consumen hierbas más frescas, lo cual repercute indirectamente en la suavidad y el sabor de la carne.
Recuerda también que en nuestro blog tratamos hace un tiempo el maridaje del cordero. Puedes verlo aquí: Un buen vino para tomar con cordero asado
3 comentarios
Muy interesante…!
Gracias…!
Conociendo el tema como fiel degustador del cabrito, muy acertado e ilustrativo el artículo. Atte
Me ha gustado mucho vuestra información, quedando muy agradecido por vuestro comentarios sobre el tema.
Muchas gracias